lunes, 21 de febrero de 2011

" Desconexión total en la montaña: Hotel Molino Cuatro Paradas"

Hoy os cuento la experiancia tan especial que tuve, alojándome en este precioso y coqueto hotel las pasadas Navidades.

Fue una escapada corta de fin de semana, pero sin duda mereció la pena.

El enclave de este hotel rural es privilegiado, está en la pequeña localidad de Benaoján, en la Sierra de Cádiz, en la ruta de los pueblos blancos.

Para llegar, sólo tenéis que coger dirección Benaoján, y poco después de pasar la cueva  del Gato y antes de llegar a la localidad, se encuentra el Molino Cuatro Paradas.





Otra de las ventajas de su ubicación, es poder visitar los demás pueblos de la zona: Grazalema, Ronda, Ubrique, Zahara de la Sierra , Benamahoma...y poder disfrutar de la gastronomía típica como carnes, guisos, el famoso y premiado queso Payoyo, los dulces...y para bajar el almuerzo nada mejor que practicar senderismo, por una de las muchas rutas de la zona o pasear por alguno de estos maravillosos pueblos blancos de calles empinadas.




El edificio es un antiguo molino restaurado, esto lo hace súper especial.
Tanto las habitaciones como el exterior, el patio, el restaurante, la zona de la piscina, terrazas, son preciosos.





El entorno, es una maravilla, la montaña, el río pasando por el margen del edificio, la vegetación, los olores...mmmm, qué recuerdos.

Hay diferentes tipos de habitaciones, dobles y familiares, y un apartamento con cocina.
Estuve un una habitación doble muy bonita, con una cama altísima de madera, edredón de plumas blanco, todo muy confortable y amplia.

El baño es estupendo, ducha con mampara, todo muy nuevo y limpísimo.





El restaurante, es sencillo y muy acogedor, con su chimenea, la decoración rústica, la luz baja...la comida está muy bien, pero no es típica de la zona...ya que los dueños son extranjeros, pero cocinan unas ensaladas, risotos, carnes, pastas...para chuparse los dedos, deliciosos!





El desayuno es abundante, pero no esperéis el bufet de un gran hotel, todo está muy bueno y de calidad: panes de varios tipo, mermeladas, pasteles, zumo...pero sin platos calientes ni mucha historia, la verdad que para mi más que sufieciente.

Espero que os guste esta propuesta, para desconectar estuvo genial, tiene mucho encanto tanto la zona como el establecimiento.
En medio de esta agetreada vida, aún hay remansos de paz y tranquilidad.





P.D. Siento no haber podido actualizar antes, sigo por el Caribe trabajando y las comunicaciones no son las mejores y mi agenda tampoco...ya os contaré muchos besos!

domingo, 6 de febrero de 2011

" El hotel es el viaje: Sheraton Salobre Golf Resort & Spa "

Esta semana he vuelto por trabajo a Las Islas Afortunadas, en concreto a Gran Canaria,  y he tenido la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores hoteles en los que he estado alojada últimamente: Sheraton Salobre Golf Resort & Spa





Este hotel de 5 estrellas está situado al sur de Gran Canaria, en dirección Mogán.
Por la autopista hay que coger el desvío que indica "Salobre Golf" que es la urbanización, y cuando lleves un rato avanzando y pienses "hacia dónde voy..." sigue un poco más hacia delante y llegarás a las puertas del Sheraton.

Os recomiendo dejar el coche en el parking del hotel, no es gratuito (pero tiene buen precio), porque aunque puedes dejarlo en la calle, no siempre hay sitio cerca de la subida hasta el hotel, y la cuestecita es empinada para hacerla varias veces al día....

                                           
El enclave es privilegiado, está construido en una montaña, desde donde se divisa toda la costa y la playa de Maspalomas y las montañas.
La arquitectura del edificio es sencillamente genial, hacía tiempo que no veía algo tan bien hecho y con tanto gusto.

El lobby es amplio y con decoración moderna, no hay muchas zonas donde sentarse, pero es muy bonito, con sus fuentes de acero y piedra, que son esculturas, me han gustado mucho, hay varias geográficamente dispersas por el complejo.

La arquitectura del hotel, es de estilo moderno, se han empleado materiales como piedra volcánica, cristal, acero, maderas tropicales...y el mix es espectacular.


 


Construido en diferentes alturas, salvando el desnivel natural del terreno.
En cada uno de estos niveles hay algo que ver o hacer, una piscina, jardines, salas de eventos realizadas en cristal, otra piscina, zonas de relax, bar, solarium...

Las vistas son preciosas, ya sean hacia la montaña o el campo de golf, el paisaje transmite serenidad.



Las habitaciones son amplias, exquisitamente decoradas, con miles de detalles y buenos materiales, tanto en tejidos como maderas, revestimientos...y las camas son geniales, se duerme de bien!

Todas cuentan con terraza, y el baño és perfecto, no se puede pedir más.




Pero además , tenéis más opciones, como suites deluxe, premier, presidencial...cada una aporta diferentes escalas de lujo.





La restauración, es estupenda, no defrauda para nada.
Su servicio es excepcional, muy bueno de verdad, la variedad y calidad de los productos, así como las atenciones de los empleados es de agradecer.






Las instalaciones del resort son idílicas, cada nivel cuenta con una piscina, y zonas de relax.Esto permite que,por muy lleno que esté el hotel, no da sensación de agobio, simpre se está tranquilo, cada cliente encuentra su hueco donde relalarse.




Me ha gustado especialmente el  Sunset Bar del mirador, con la piscina y las camas balinesas, donde se puede reservar para cenar, y su Aloe Spa,  con instalaciones interiores y exteriores, que es mágnífico.


 


Cuenta también con múltiples salas de eventos, todas con instalaciones muy modernas.




Si queréis bajar a la playa, ponen un bus gratuito, y cuentan con un exclusivo club de playa, con tumbonas, piscina, duchas...lo tienen todo muy bien pensado en cuanto a servicios, no falta de nada.

La verdad, es que me ha sorprendido muchísimo este establecimiento, por su calidad, y porque desconectar en el Salobre Golf, es todo un lujo y una fuente de sensaciones indescriptible, hay que vivirlo...la pena es haber estado sola y trabajando.




Pero prometo que volveré de vacaciones, para vivir una experiencia diferente, es una escapada de esas que te liberan para varios meses...


Hasta la próxima!