Sí,sí, qué bonita es la nieve, pero un ratito o en las estaciones de esquí y en la tele...y salir a la calle abrigaditos con guantes, bufandas y gorros, enfundados, con más capas que una cebolla...qué divertido!
Para los que os estéis planteando, escapar de las "Blancas Navidades", y disfrutar estas Fiestas de unas vacaciones diferentes, tomando el sol, entre 25 y 28 grados, con un mojito en la mano, y con el árbol de Navidad adornando el bar, os propongo una alternativa, hoy os llevo al Caribe!
Concretamente, nos trasladamos esta vez, a la República Dominicana, lugar que conozco bien, tanto por trabajo, como por vacaciones, más por trabajo la verdad...y voy a empezar por uno de mis hoteles favoritos; escribiré otros pots sobre otros que también merecen la pena.
Pero para una primera toma de contacto con el país, y sobre todo durante la época de nuestro invierno...me gustaría comenzar en Bávaro y Punta Cana, que es de las zonas turísticas más modernas y con mejores infraestructuras de Dominicana, por supuesto con unas playas y paisajes impresionantes!
El
Hotel Gran Bahía Príncipe Esmeralda, 5 estrellas lujo, está dentro del complejo Bahía Príncipe de Punta Cana, donde hay más hoteles dentro, el resort es como un pueblo, pero te llevan en trenecito a todas partes, está muy chulo y muy bien organizado.
En concreto el Esmeralda es de "Don Pablo Collection", que son los hoteles más prestigiosos y lujosos de la cadena.
A pesar de ser un alojamiento en régimen de
all inclusive, como todos los del lugar, los servicios son excelentes.
Es un hotel boutique dentro de un gran complejo, se inaguró recientemente , y el trato es muy exclusivo.
Os recomiendo coger vuelo directo hasta el aeropuerto de Punta Cana, si voláis a Santo Domindo, os quedan 4 horas de coche o bus, y es muy pesado...y allí se va a descansar...no a empezar más estresados de lo necesario.
La verdad es que no sé por dónde empezar, se me acumulan las ideas,jejeje, es todo tan bonito...
Bueno, comienzo por el lobby principal del complejo, que está abierto al exterior, con grandes sofás, maderas tropicales, mucho marmol, plantas...
Llama la atención, su arquitectura y decoración colonial, le da un toque muy "chic" al hotel, en primera línea de playa...
Y qué playa! fina arena blanca, el mar turquesa, y el agua templada, bañarte es una gozada, y para los aficionados al submarinismo, es impresionante!
Las habitaciones son súper grandes, muy bien decoradas, los muebles son coloniales también, todo muy blanco, y en tonos suaves, sin ser recargado.
La limpieza es excelente, los baños preciosos, hay habitaciones con jacuzzi, y el servicio de habitaciones es buenísimo, además de ordenar, limpiar, se preocupan para que no falte de nada, reponen el minibar (incluido en el TI) cada día, y dejan detalles.
En el exterior, cuenta con varias piscinas, zonas de relax, jacuzzi, jardines tropicales, y todo muy bonito y cuidado.
Además, de la zona de playa, con tumbonas, sombrillas, masajes, alquiler de embarcaciones....
La restauración, es de las mejores que he probado en la zona, con estándares de calidad muy altos, y gran variedad de productos, no falta de nada.
Eso sí, la decoración de algunos restaurantes, es clásica y muy recargada.
Pero aquí, este estilo gusta mucho.
Hay varios para elegir, y siempre encuentras productos frescos, cocina en vivo, zumos naturales de todas la frutas,bollería, platos típicos...es todo delicioso.
El lobby bar, que veis aquí abajo, es muy bonito.
La animación está garantizada, para el que quiera, diversión y entretenimiento, encontráis actividades tanto para grandes como pequeños, de día y de noche, espectáculos, música, discoteca.
Yo la verdad, no soy muy dada a participar en nada de esto, ni ver espectáculos, ni actividadees en grupo, vi uno y estaba muy bien...y la gente participaba en las actividades diarias, pero soy más de ir a mi bola y descansar...tirarme a leer, tomar una copa tranquila, pero para el que le guste el j
aleito, hay de todo.
Si hablamos de su personal, es encantador, pero tenéis que tener paciencia, son amabílisimos y simpáticos, pero un poco lentos...os pasará en cualquier lugar del país, forma parte de su cultura, van a otro ritmo, pero siempre intentan ayudar.
Y eso es lo que te permite este hotel, cuenta con los servicios e instalaciones de un gran complejo, pero con la exclusividad y la discreción de un hotel pequeño.
Aunque el hotel esté lleno, los clientes se reparten en diferentes zonas, y encuentras tu sitio tranquilo donde relajarte, tumbarte a leer , escribir, tomar el sol, nadar, charlar, tomar una piña colada, dar un paseo por la maravillosa playa...ayyy qué recuerdos!
Estoy deseando volver al paraíso...será por trabajo de nuevo, pero será maravilloso!
Feliz finde!
